La esteticista que se hartó de las redes (y empezó a ganar dinero de verdad)

Antes de contarte una historia de una esteticista te diré que es el último día para coger una sesión gratuita de orientación. La demanda es alta.

Hace unos meses conocí a una profesional del sector.


Estaba cansada de vivir pegada al móvil.


Publicaba tres stories al día, subía fotos, hacía vídeos, bailes, sorteos… y nada.

Tal y como le habían dicho en un curso de marketing.

Y como después hacía con una empresa de marketing a la que pagaba todos los meses.

Ni más clientas, ni más tranquilidad.
Solo más estrés.

Un día me cogió una sesión gratuita de orientación y en el motivo me puso:

“No quiero ser influencer, soy esteticista, quiero tener un negocio.”

Y ahí lo entendí.
Su problema no era la falta de seguidores, sino la falta de dirección.

Le mostré mi forma de trabajar:
sin depender de algoritmos, sin postureo.


Negocios que se construyen desde dentro, con servicios que enamoran, clientas que repiten, y una estructura que funciona incluso cuando no estás conectada.

Unos meses después, publica muy poco.
Pero tiene una agenda que hay semanas que echa humo. Clientas que la recomiendan, y esa paz que solo da saber que lo estás haciendo bien.

También te digo, que todavía tiene mucho recorrido.

Cuando me preguntan si es necesaria una página web y redes sociales. Digo SÍ y NO.

Si te gusta mostrarte si. Si no te gusta, No.

Hay métodos de captación más fáciles para mi (que no me gustan las redes) y que funcionan muy bien.

Te digo, hoy es el último día para pedir tu sesión gratuita de orientación.
La agenda está casi completa, y no sé cuándo abriré nuevas plazas.

Haz clic aquí y reserva tu hora antes de que cierre:

LA CHISPA Y LA DIRECCIÓN

Un abrazo,
Luis Pascasio

P.D. Si un servicio es realmente bueno, no necesita ruido… necesita estrategia.
Y eso es justo lo que haremos juntos.