La esteticista que se quedó sin aire

Hace unos meses hablé con una esteticista que llevaba 10 años con su centro.
Le encantaba su trabajo… hasta que empezó a odiar los lunes.

Los martes. Miércoles. Jueves...

El sábado está muerta y abre. No tiene más remedio. O seo creía ella.

Me dijo una frase que se me quedó grabada:

“Luis, siento que trabajo más que nunca… y cada mes gano menos. No sé que me pasa”

Te anticipo que lo suyo No era pereza.
Era agotamiento invisible: ese que llega cuando haces todo, pero nada cambia.

Había hecho mentorías. Más de una. De 3 meses y de 6 meses.

Pero sus promociones no funcionaban.

Por otro lado, sus clientas, algunas, desaparecían sin explicación.
Tenía una esa sensación de estar atrapada en una rueda que ya no sabes cómo parar.

Y claro, empezaba el autoengaño:
“Ya vendrán tiempos mejores…”
“Cuando acabe el verano…”
“Cuando contrate a alguien…”

Hacía su curso de ventas. El de marketing digital para centros de estética.

Hasta que un día se miró al espejo y se dijo:

“No me reconozco, no sé donde ir"

Lo dijo como si ya fuera el final de una etapa. La de la estética. No tenía más conejos en la chistera. Ni bajo la manga.

Un día, se puso en contacto conmigo por una amiga.

Nos sentamos una hora.
Una simple sesión de orientación.
Y no te exagero: en 60 minutos parece recuperó el aire. Que vio que había salida.


Salió con un plan, con claridad, y con la sonrisa que había perdido entre citas y facturas.

A día de hoy trabajamos juntos y mantiene la sonrisa. El trabajo da sus frutos.

Si tú también sientes que estás apagándote en el negocio que un día soñaste, no esperes a tocar fondo.

Pide tu sesión gratuita de orientación aquí
Y recupera la energía, la dirección y las ganas que te trajeron hasta aquí.

LA CHISPA Y LA DIRECCIÓN

Un abrazo,
Luis Pascasio

P.D. No es una sesión de “charla motivacional”.
Es una conversación estratégica para que vuelvas a tener un centro rentable… y una vida que te guste.