Las vacaciones de una esteticista

Te diré algo, soy feliz ayudando.

Soy feliz cuando puedo ayudar, aunque sea escuchando.

Supongo que cuando tu ayudas a las clientas y ellas se sienten bien, sientes orgullo.

Satisfacción.

También te sientes bien cuando facturas más de la cuenta y no lo tenías previsto, te gusta.

Y cuando vendes programas o bonos, ole.

Bueno, pues yo soy feliz cuando ayudo y consiguen cosas. Porque hay cosas que para algunas personas son muy importantes.

Igual para todo el mundo no, pero para otras personas es un logro.

Y lo digo por esto.

Disfruta de cada logro y disfruta de todo lo que logres todos los días.

Dicho esto, el lunes publico una dos lecciones en lugar de una.

Dos.

La primera, es la segunda parte de una lección ya publicada donde hablaba de la importancia de decir NO. Gusto mucho.

Bien, pues en esta lección daré la segunda parte, y daré un ángulo psicológico que me ha permitido librarme del miedo.

A ponerme por encima del resto y ser egoísta.

Me ha ayudado a ser más fuerte mentalmente.

A vender mejor.

A escribir mejor.

Y ayudará a las alumnas a tener una mentalidad más fuerte, más confianza y a andar sin miedos y sin límites.

Y cualquiera que anda así por la vida, siempre le va mejor.

Y la segunda lección va de como cerrar la venta de tratamientos de estética.

A menudo nos pasa que nos preguntas, nos dicen que ya nos dirán algo y ya vendrán.

Bien, pues la lección doy tres formas de cerrar ventas muy potentes y adaptadas a la estética.

Ya sabes, el lunes dos lecciones, en lugar de una.

MENTORÍA

Un abrazo,

Luis